La historia del uso del cannabis es de largo aliento, con registros que datan de milenios en culturas como la china o la india; pero, a pesar de la tradición ancestral, el prohibicionismo que recayó sobre la planta durante el siglo XX opacó y cubrió con un manto de prejuicio su aplicación. Gracias a la investigación científica moderna y el resurgimiento de su uso clínico se han logrado avances en el conocimiento, propagación y diversificación del cannabis.
En este artículo vamos a abordar los aspectos esenciales de la planta en cuanto a su clasificación botánica y química, qué implicancias tienen estas clasificaciones según el uso y cuál es la situación legal actual en materia de cultivo y registro de semillas.
El uso milenario, la prohibición y el resurgimiento dieron como resultado una diversificación de términos para referirse a la misma planta; en este sentido nos encontramos con la palabra “cannabis” que señala la procedencia botánica y con la familia de pertenencia junto con el argot de “marihuana”, de carácter popular, sólo para mencionar dos términos. Acercamos las siguientes definiciones que luego serán retomadas a lo largo del artículo:
Cannabis: Es la palabra que hace referencia al género botánico y la pertenencia a la familia Cannabaceae. Dentro de esta definición podemos incluir la subdivisión botánica de cannabis sativa, cannabis índica, cannabis ruderalis y cannabis afghanica.
Marihuana: Es el término informal y es seguramente el nombre con el que conocimos a la planta. El término es de origen Mexicano pero fue popularizado durante la década del ‘30 por Harry Anslinger, primer comisionado de la Oficina Federal de Narcóticos del Departamento del Tesoro de los EE. UU, en una cruzada antidrogas y antiinmigración sustentada por dos chivos expiatorios -los inmigrantes y la planta- que permitieron extender el control de la oficina sobre el país, y por extensión, sobre las regiones de influencia.
Cáñamo: Es una variedad de Cannabis sativa que contiene niveles muy bajos de THC (generalmente menos del 0.3% en base seca) y se cultiva principalmente por sus fibras, semillas y altos niveles de Cannabidiol (CBD).
Esta mención popularizada gracias a los avances legales y científicos sobre las acciones terapéuticas de la planta, se refieren ni más ni menos a la misma planta de cannabis sin importar la subfamilia o variedad.
Vamos a adentrarnos en las variables de clasificación de la planta que se basan fundamentalmente en dos elementos: el fenotipo, o apariencia física, y los quimiotipos, o perfiles químicos de cada una. Esta clasificación es producto de la evolución desde la simple apariencia física al análisis químico complejo, un cambio impulsado por la necesidad de precisión terapéutica y consistencia en los productos y extractos.
La clasificación tradicional del cannabis se basa en dos conceptos principales: el cultivar y el fenotipo. El cultivar es el término hortícola para describir una planta seleccionada o modificada por el humano para potenciar rasgos específicos; en este campo nos encontramos con nombres reconocidos como OG Kush, Moby Dick, White Widow. La distinción por fenotipo se centra en las características físicas, dentro de las que nos encontramos a la sativa e índica, siendo una clasificación útil para el cultivador pero no para el médico: el efecto que experimenta el paciente no depende de si la planta era físicamente alta (Sativa) o baja (Índica), sino de su química interna, lo que hace que los cultivares sean poco fiables para predecir efectos.
| Variedad Botánica | Origen y Rasgos de Crecimiento (Fenotipo) | Potencia y Uso Tradicional |
|---|---|---|
| Cannabis Sativa | Plantas altas (pueden superar los 3 metros), ramas largas, folíolos estrechos. Floración tardía y no es práctica para cultivo de interior. | Tradicionalmente alto THC. Efecto descrito como "veloz," energético y cerebral. |
| Cannabis Indica | Plantas achaparradas y arbustivas, tallos robustos, hojas anchas. Floración más rápida. Producen flores densas y pesadas (susceptibles al moho gris). | Generalmente mayor proporción de CBD por THC que la Sativa, lo que provoca un efecto estupefaciente o de pesadez corporal. |
| Cannabis Afghanica | Originaria de Afganistán. Planta baja, con enramado denso y entrenudos cortos. Hojas anchas y muy oscuras. | Se cultiva casi exclusivamente para obtener hachís con un alto contenido de cannabinoides. Muchos cultivadores la agrupan con la Indica. |
| Cannabis Ruderalis | Originaria de Europa Central. Planta baja y asilvestrada. Su característica principal es la autofloración (comienza a florecer sin necesidad de un cambio en el fotoperiodo). | Contiene muy poco THC. Sus genes se usan para crear híbridos de floración rápida. |
El quimiotipo es el elemento de clasificación moderno cuyos parámetros se basan en los estudios científicos actuales que determinan la variedad en función de la concentración química. En este punto nos encontramos con algunas creencias populares que versan, por ejemplo, que las sativas dan un efecto energizante o que las índicas son relajantes, verdades comunes que, en gran medida, son inexactas según la medicina contemporánea.
La clasificación química se determina según la concentración de cannabinoides como el THC y CBD entre otros, y de terpenos, que son los compuestos aromáticos de la planta. En función de las proporciones podemos acercar diferentes variedades:
| Quimiotipo | Proporción THC:CBD | Efecto Dominante | Aplicación Principal |
|---|---|---|---|
| Tipo I (Alto THC) | Dominante en THC (Bajo CBD) | Intoxicante, analgésico y estimulante del apetito. | Dolor agudo, náuseas, anorexia, estimulación. |
| Tipo II (Balanceado) | Proporción de 1:1 a 5:1 | Combinación de efectos, ideal para el "efecto séquito" (entourage effect). | Dolor neuropático, espasticidad, patologías que requieren ambos. |
| Tipo III (Alto CBD) | Dominante en CBD (Bajo THC, ej: 20:1) | No intoxicante, ansiolítico, anticonvulsivo, antiinflamatorio. | Ansiedad, epilepsia refractaria, inflamación. |
| Tipo IV (Alto CBG) | Predominancia de Cannabigerol. | En investigación. No intoxicante. | Potencial antiinflamatorio intestinal. |
La gran mayoría del cannabis cultivado y consumido hoy en día son híbridos, lo que significa que son el producto de la combinación de dos o más variedades botánicas. Estos cultivares modernos son criados por genetistas para optimizar el cultivo al lograr plantas con ciclos de floraciones rápidos y tamaños fáciles de manejar para plantaciones en interiores. También se usan para estabilizar quimiotipos y asegurar un perfil de cannabinoides y terpenos estándar y trazable para fines médicos.
En línea con la Ley N° 27.350 organismos nacionales y representaciones regionales como el CONICET-CENPAT -Centro Nacional Patagónico- en Chubut, han logrado el registro de cultivares autóctonos y estabilizados que garantizan un quimiotipo específico para uso medicinal.
A través del Programa Interdisciplinario de Cannabis del CENPAT se estabilizaron y registraron variedades como «Pachamama», con alto CBD, y «Malvina», de alto THC en el Instituto Nacional de Semillas (INASE), junto con otras como «Ballena Franca» y «Mariquita Sánchez». Este esfuerzo asegura que los pacientes accedan a extractos con un perfil químico garantizado y trazable.
| Variedad | Quimiotipo (Clasificación CENPAT) | CBD (%) | THC (%) | Ratio CBD:THC | Terpenos Mayoritarios |
|---|---|---|---|---|---|
| PACHAMAMA | Tipo III | 16,10% | 0,96% | 16:1 | (-)alfa-Bisabolol (28.9%), (-)Guaiol (20.7%), beta-Caryopileno (16.9%), Mirceno (13%) |
| BALLENA FRANCA | Tipo II | 7,10% | 5% | 1.4:1 | (-)Guaiol (35.3%), beta-Caryopileno (26.9%), Terpinoleno (12.0%) |
| MARIQUITA SÁNCHEZ | Tipo II | 6,69% | 2,41% | 2.8:1 | (-)Guaiol (44.9%), beta-Caryopileno (16.7%), (-)alfa-Bisabolol (12.8%) |
| CENPAT | Tipo II | 6,75% | 2,23% | 3:1 | (-)Guaiol (33.3%), beta-Caryopileno (21.5%), (-)alfa-Bisabolol (11%) |
Las variedades de cannabis se catalogan en función de parámetros históricos y, actualmente, en función de la composición química de las plantas. Estas clasificaciones no son puramente anecdóticas sino que son el primer eslabón en una cadena productiva que fabrica compuestos para uso medicinal.
Actualmente las instituciones creadas en el marco de la Ley N° 27.350 se encuentran con pocos recursos a partir de políticas activas de vaciamiento por parte del legislativo nacional. Expresiones legales regionales como la Ley N° I790, aprobada en 2024 pero sin reglamentación, toman la potestad provincial en materia de salud para garantizar una regulación que cumpla con los estándares de la medicina y que permita articular con cultivadores en pos de contar con la materia prima necesaria para la fabricación de extractos. Es, en esta coyuntura, en donde el registro de variedades según quimiotipos toma una relevancia fundamental y es en donde se está perdiendo el trayecto caminado con el potencial de echar hacia atrás años de conocimiento en materia de cultivos y genética, lo que transforma un derecho y un avance en materia de salud y de I+D en una incertidumbre sobre su futuro.
