El CBD desde lo médico a lo legal: Qué es, cómo se usa y cuál es su marco regulatorio

El cannabidiol o CBD es un compuesto químico natural que se extrae de la planta de cannabis y que, según diversos estudios, bibliografía y testimonios, tiene propiedades terapéuticas a través de su actuación en el sistema cannabinoide (SE), una red de de comunicación celular compleja que ayuda a mantener el equilibrio interno regulando funciones vitales como el sueño, el apetito y el dolor. Es parte de los más de cien compuestos que se encuentran en la planta y una de sus características más renombrada es que no posee efectos psicoactivos.

El CBD, el THC y el efecto séquito

El CBD es un cannabinoide con beneficios propios pero su rol está intrínsecamente ligado al THC y otros compuestos de la planta. La combinación de CBD y THC, junto con terpenos y flavonoides, produce lo que se conoce como efecto séquito: la sinergia entre compuestos que logra potenciar los efectos terapéuticos de cada elemento por separado, ofreciendo un alivio más completo en dosis más bajas, según diversas observaciones clínicas. En este sentido, un preparado «Full Spectrum» —que incluye todos estos componentes de la planta— puede ser más eficaz que un producto de molécula única.

Principales beneficios y usos del CBD

Los estudios y testimonios de pacientes sugieren que el CBD puede ser un gran aliado para diversas patologías y malestares. Destacamos los siguientes.

Alivio del dolor e inflamación

Investigaciones han demostrado que el CBD es un excelente antiinflamatorio, complementando el efecto analgésico del THC en el dolor crónico.

Manejo de la ansiedad y el estrés

Puede ayudar a calmar el sistema nervioso promoviendo una sensación de bienestar y relajación. Estudios locales en la provincia de Chubut llevadas a cabo por investigadores del CONICET-CENPAT documentaron una reducción significativa de la ansiedad y la depresión en pacientes que utilizan cannabis medicinal.

Mejora del sueño

El CBD es un compuesto popular para equilibrar y lograr un sueño profundo y reparador. Diversos estudios documentan a participantes que manifiestan mejoras significativas en la calidad de su sueño, un hallazgo clave que respalda su uso.

Efectos neuroprotectores

Investigaciones preliminares indican que el CBD podría proteger las células nerviosas, lo que lo hace un foco de estudio en enfermedades neurológicas.

Uso en epilepsia refractaria

La evidencia científica es muy sólida en este campo. El CBD tiene múltiples mecanismos de acción anticonvulsivante, actuando como un modulador multireceptor que disminuye la hiperexcitabilidad neuronal y reduce la inflamación cerebral. Los estudios demuestran que su uso puede reducir significativamente la frecuencia de las crisis.

Manejo de los trastornos del neurodesarrollo

Se ha observado que, al tratar comorbilidades como la ansiedad, el insomnio y la irritabilidad en pacientes con trastornos del espectro autista, el CBD también puede mejorar áreas centrales como la interacción social, la comunicación y las conductas repetitivas. 

Una teoría interesante, aún en investigación, sugiere que el cannabis podría compensar un endocannabinoide disminuido en estos pacientes.

Efectos, formas de consumo y dosificación

Los efectos del CBD son generalmente sutiles y moduladores. A diferencia del THC —que actúa directamente sobre los receptores del cerebro— el CBD interactúa de manera indirecta ofreciendo un efecto comparado con un bienestar general. Los efectos secundarios suelen ser leves y poco comunes entre los que se puede enumerar la fatiga, sequedad bucal, o cambios en el apetito.

Existen diferentes formas, extractos y productos para consumir CBD, entre los que destacamos los siguientes

Aceite o gotas

Es la forma más popular. Se administran de forma sublingual —debajo de la lengua— para una absorción rápida.

Cremas y tópicos

Ideales para el alivio localizado de dolores musculares o inflamación.

Comestibles y cápsulas

Ofrecen una forma dosificada aunque el efecto tarda más en manifestarse.

Vaporización

Proporciona un efecto casi inmediato, ideal para el alivio agudo.

En cuanto a la dosis no existe una medida estándar o correcta de CBD ya que depende de factores como el peso, la condición a tratar y la concentración del producto. Lo recomendable es empezar con una dosis baja y ajustarla gradualmente hasta encontrar la que mejor funcione. En este sentido es fundamental el acompañamiento de profesionales de la salud para documentar el proceso y tener un seguimiento adecuado, junto con el consumo de productos con una trazabilidad transparente para garantizar el tratamiento.

Precauciones importantes

A pesar de su seguridad y que no hay registro de dosis letales, es fundamental considerar estos puntos antes de usar el CBD.

Interacciones con medicamentos

Como cualquier consumo de medicamentos, se debe consultar con profesionales de la salud para contemplar la interacción entre compuestos.

Uso complementario

El CBD no debe ser visto como un sustituto de los tratamientos médicos tradicionales, sino como un complemento bajo supervisión profesional.

Uso en mascotas

El uso terapéutico del CBD en mascotas no es nuevo y ha demostrado ser beneficioso a lo largo del tiempo, aunque todavía está en proceso de estudio y desarrollo. Se aplica comúnmente en el tratamiento de la ansiedad, el dolor crónico y la inflamación en perros y gatos, mejorando su bienestar general. Dado que los medicamentos veterinarios convencionales recetados para el tratamiento de dichas afecciones pueden impactar negativamente sobre el sistema inmunológico y digestivo, el desarrollo de terapias alternativas como el uso del CBD ha crecido gracias a los resultados en la mejora de la calidad de vida de perros y gatos.

Marco legal y situación en Argentina

En Argentina, el acceso al cannabis con fines medicinales está regulado principalmente por la Ley Nacional 27.350. En un contexto histórico de prohibicionismo, esta ley marcó un hito al crear un marco normativo para la investigación y el uso terapéutico de la planta. Sancionada en 2017 permitió la creación del Registro del Programa de Cannabis —REPROCANN—, un registro nacional que permite a pacientes y usuarios, mediante prescripción médica, acceder legalmente al cannabis y sus derivados para el tratamiento de diversas patologías. La ley contempla, además, la capacidad de delegar el cultivo en la figura del cultivador solidario o a una organización de la sociedad civil —ONG— registrada como tal. Esto garantiza que quienes no puedan cultivar tengan acceso a productos de calidad y seguros. Los autocultivadores también pueden inscribirse y cuentan con un límite de plantas a cultivar.

A partir de la ley también se creó la actualmente disuelta Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal —ARICCAME— organismo de órbita nacional que se encargaba de brindar licencias para la producción y comercialización. Dada su disolución se crearon en la región y a nivel municipal Consejos Consultivos para establecer estrategias y programas que traten el vacío institucional.

A nivel provincial, Chubut se destaca por su legislación. Con la sanción en 2024 de la Ley Provincial N.º 1790, conocida como Ley Salomé, se reconocen no sólo a las ONGs de la salud en la letra de la ley, sino que también establece un marco regulatorio para la producción y comercialización de cannabis medicinal y cáñamo industrial. Lo más disruptivo de esta ley es la posibilidad de dispensar en farmacias, un modelo que busca dar un acceso más amplio y seguro a los pacientes.

En paralelo se desarrollaron diversas iniciativas y proyectos de investigación y desarrollo vinculados con instituciones como el Instituto Nacional de Tecnología AgropecuariaINTA— y el también disuelto Instituto Nacional de SemillasINASE— para estabilizar genéticas y garantizar un producto de calidad controlada. La nueva Ley Salomé fortalece este aspecto a nivel provincial, permitiendo el registro de genéticas locales.

Si bien las diversas legislaciones, el desarrollo científico y la necesidad de los usuarios han validado y dado cuerpo al uso del cannabis, existen desafíos institucionales como las demoras en en el REPROCANN, en la reglamentación de la Ley Salomé y en capacitaciones a las fuerzas de seguridad, que a menudo incautan la medicación a pesar de que el derecho del paciente esté reconocido.